Encuadernación artística
de libros y obra gráfica en Madrid

Objetivo de la encuadernación

La encuadernación tiene por objeto unir los pliegos o cuadernillos de una obra, disponiéndolos ordenadamente, para formar un volumen compacto mediante una sólida costura, como bien es señalado por M. Monje Ayala en “El Arte de la Encuadernación”. La cubierta aplicada protege el libro y facilita su

uso, siendo su fin principal la protección y conservación del contenido. Todo ello hace despertar en su poseedor aficiones de apasionado bibliófilo. La encuadernación embellece a la propia obra siendo un arte previo a la misma.

Quien abre un libro antiguo, percibe de este su tacto y singular olor del que ya nunca podrá desprenderse.

Historia de la encuadernación

Ya los primeros propietarios de obras, en su mayoría pertenecientes a la clase alta de la sociedad, trataron de protegerlos de la degradación y deterioro. Aquello que comenzó como algo meramente funcional fue convirtiéndose, gracias a las manos y sensibilidad de los artistas, en obras ricamente trabajadas y embellecidas.
Griegos y romanos utilizaban una caja, denominada capsa o scrinium, para proteger sus rollos, insertando en algunos casos las hojas de papiro o pergamino entre dos tablas de madera o papiros encolados. Será hacia la caída del Imperio Romano cuando se produzca uno de los cambios más importantes en la historia del libro: la aparición del liber quadratus o códice. Las innovaciones más trascendentales, además de la ya mencionada, serán la utilización del papel y el nacimiento de la imprenta. La evolución del libro y de la encuadernación va unida a los avances tecnológicos, así como a la evolución artística a lo largo de la historia.